La piel sufre por el tabaco… ¿Conoces los problemas?
El tabaco lesiona la piel de todo el cuerpo, pero el rostro sufre un castigo tal vez más llamativo. Las sustancias nocivas que contiene el tabaco, unido a los gestos y contracciones que se realizan alrededor de la boca, provoca directamente un aumento de las arrugas. Pero también, con el paso del tiempo un cutis grisáceo y apagado como consecuencia del humo.
De hecho, en el pasado mes de junio, la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) publicó un estudio que afirmaba que, por cada diez años que una persona fuma, su piel envejece dos años y medio más que si no fumase, con todo lo que ello acarrea: más puntos negros, debilitamiento del cabello o un aumento considerable de las posibilidades de sufrir cáncer de piel.
¿La solución? Dejar de fumar. Y, una vez conseguido dicho reto, iniciar tratamientos y métodos que permitan ir recuperando la salud del rostro, para que luzca mejor.
Si es tu caso y quieres saber más sobre las consecuencias del tabaco en la piel, no dudes en ponerte en contacto con Centro Dermatológico Dr. Javier Bassas, ya que, examinaremos tu piel y realizaremos un tratamiento personalizado para conseguir los mejores resultados y que el tabaco forme parte del pasado.